martes, 22 de marzo de 2011

Número y Profundidad de los Sondeos - Exploración Subsuelo.


Para edificios o estructuras de tamaño ordinario, es conveniente programar hacer cuatro sondeos, uno en cada esquina de la estructura. A menos que se encuentre un manto de roca, el primer sondeo ordinariamente debe prolongarse a la máxima profundidad dentro de la cual el esfuerzo producido por la estructura pueda todavía influir en los asentamientos. Esta profundidad puede haberse determinado basándose en los cálculos aproximados del esfuerzo y del asentamiento, como se indica en la parte C. En una estructura muy cargada, el primer sondeo debe prolongarse ordinariamente hasta una profundidad igual al doble del ancho de la estructura. Debajo de una estructura con carga ligera con columnas muy separadas, la profundidad del primer sondeo no debe ser menor que el doble del ancho probable de la zapata mayor.

El segundo sondeo sirve para comprobar si las condiciones del suelo son uniformes o erráticas. Si los resultados son semejantes a los del primer sondeo, los sondeos subsecuentes pueden interrumpirse ordinariamente, cuando han penetrado todo el estrato blando o compresible.
Si con los sondeos se encuentra roca y las condiciones son tales que la estructura pueda desplantarse sobre ella, deberán obtenerse corazones de una profundidad de 1.5 a 3.0 m para asegurase de que se trata de un manto de roca sana, y no de un boleo o pedazo de roca desprendido. Si existe la evidencia de que haya canales de disolución o de meteorización profunda, usualmente los núcleos deben continuarse dentro de la roca sana. 


Al proseguir el programa de exploración, el ingeniero debe estudiar las consecuencias que pueda tener toda nueva información. Si se necesitan sondas adicionales, pruebas de penetración, o investigaciones especiales, deberán localizarse y planificarse, de manera que cada adición al programa proporcione el máximo de conocimientos en esa etapa de la investigación.
 

Aunque el programa debe elaborarse de manera que proporcione la información necesaria para la obra en cuestión, el ingeniero debe tomar en cuenta la posibilidad de que puede haber cambios en las distribuciones estructurales preliminares, incluyendo la separación de las columnas y las cargas. Debe, por lo tanto, obtener suficientes datos que le permitan estudiar los diferentes tipos prácticos de cimentación para la distribución modificada, si los cambios no son muy radicales. Además, la exploración no debe limitarse a obtener la información necesaria para el tipo de cimentación que el ingeniero pensaba inicialmente como el más adecuado; pues de lo contrario, puede faltarle información para elegir o proyectar otro tipo que pueda resultar más práctico o económico.

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