En algunos casos, es necesario reemplazar o reforzar la cimentación de una estructura existente. A la operación de construir nuevas cimentaciones permanentes se le llama recimentación. La recimentación es una técnica que practican especialistas, pero un cierto grado de conocimiento y familiarización con los métodos de recimentación y sus procedimientos. es una parte esencial del conocimiento de todo ingeniero especialista en cimentaciones. Una de las formas más sencillas de recimentación consiste en reemplazar la zapata de un muro, por otra a mayor profundidad. Los muros de mampostería o de concreto pueden soportar temporalmente huecos en su cimentación. Por lo tanto, es posible construir un foso a un lado del muro a una profundidad correspondiente a la base de la nueva cimentación, excavar debajo de las zapatas antiguas una longitud de 1 a 2 m, y construir un corto tramo de la nueva zapata en este espacio. Después de completar este tramo, puede hacerse otra sección adyacente.
Si el muro es incapaz de soportarse por si mismo, pueden hacerse agujeros atravesando el muro, e insertar vigas horizon tales como se muestra en la fig. 15.1b. Estos apoyos, conocidos como traviesas, descansan en ambos extremos en zapatas y gatos. Así, la traviesa es una forma de puntal. Mientras el muro está apoyado en la viga, puede construirse su nueva cimentación. De la misma manera, estas vigas pueden usarse para soportar columnas que se estén recimentando.
En muchos casos, las cimentaciones de las estructuras construidas han resultado inadecuadas y ha sido necesario darles un nuevo apoyo a una profundidad mucho mayor que la de las zapatas originales. El apoyo consiste usualmente en pilas excavadas a mano o en pilotes. Pueden hincarse con gatos vigas H o tubos de acero en el terreno en tramos cortos contra la reacción del peso de la zapata.
La transferencia de la carga de los puntales o de los apoyos existentes a las nuevas cimentaciones, produce inevitablemente una deformación o asentamiento en la nueva cimentación. Este asentamiento puede agrietar la estructura. Puede reducirse o eliminarse el asentamiento, preesforzando la nueva cimentación, usualmente mediante gatos colocados contra la reacción de la estructura construida. Cuando la carga está todavía en los gatos, se insertan cuñas para mantener las unidades sujetas a esfuerzo. Se quitan luego los gatos, y el espacio que ocupaban se llena con concreto.
Los métodos de recimentación son frecuentemente elaborados y bastante caros. La posibilidad de que una estructura tenga que ser recimentada como resultado de construcciones adyacentes, con frecuencia conduce inicialmente al uso de cimentaciones profundas para una estructura que podría soportarse adecuadamente a un nivel superior si no fuera a sufrir alteraciones.
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