Cuando se van a construir en agua las pilas, y la profundidad de ésta no excede de 2 6 3.0 m, pueden construirse ataguías hechas de tablestacas de madera. Las tablestacas pueden tener una de las diversas formas mostradas en la fig. 13.3. Se hincan alrededor del área en que se va a extraer el agua y se apuntalan cerca del nivel del agua por medio de largueros y puntales. Las partes inferiores de las tablestacas se apoyan en el suelo en el que se hincan.
Figura 13.3 Tipos de tablestacas de madera usadas en ataguías en aguas somera a) Wakefield b) Machihembrada c) De caja y espiga.
Figura 13.4 Ataguía de tablestacas de acero de muro simple. Apuntalada.
Para mayores profundidades, las tablestacas de madera resultan inadecuadas, y el recinto se forma usualmente con tablestacas de acero. Uno de los tipos más sencillos de ataguías consiste en un espacio rodeado de tablestacado con apuntalamiento interior (fig. 13.4). Las tablestacas se hincan hasta que sus extremos inferiores se encajan y se sellan, en el suelo inferior. Ordinariamente, se prolongan cuando menos a toda la profundidad que va a tener la pila. Antes de achicar el agua de la ataguia, se instala un conjunto de puntales, precisamente arriba del nivel del agua. Luego se hace descender dicho nivel hasta que llegue al correspondiente a otro conjunto de puntales. Se continúan los descensos sucesivos del nivel del agua y la instalación de apuntalamientos hasta que se agote el agua, después, el resto de la excavación se hace completamente en seco. Con frecuencia se prefabrican varios juegos de apuntalamientos, que se colocan simultáneamente en la ataguía y que se ponen en posición con la ayuda de buzos, antes de achicar la ataguía. Una de las principales dificultades de las ataguías de pared sencilla es la filtración a través de los empalmes de las tablestacas, especialmente al principio del desagüe. Frecuentemente, se acumulan cenizas, u otros materiales por el lado exterior de la ataguía para tapar las fugas. Al descender el nivel del agua, las tablestacas se inclinan hacia adentro y sus empalmes se hacen más impermeables. Si la profundidad de la ataguía llega a ser muy grande, puede resultar impracticable abatir el nivel del agua lo suficiente sin, riesgo de provocar falla de fondo. Mediante dragado pueden hacerse excavaciones mucho más profundas bajo el agua. En ese caso se cuela en el fondo un tapón de concreto lo suficientemente pesado para resistir la subpresión antes de desaguar la ataguía.
Para excavaciones grandes bajo tirantes de agua de no más de 6 m, frecuentemente se hinca una sola pared de tablestacas y se apuntala con bermas de tierra (fig. 13.5a). Las corrientes del agua atacan fácilmente a las ataguías de este tipo y usualmente deben protegerse en sus frentes exteriores con enrocamiento. La ataguía de doble pared de tablestacas (fig. 13.5b) resulta adecuada para tirantes de agua mayores. Consiste en dos hileras de tablestacas conectadas por tirantes. El espacio entre las tablestacas se llena con roca o suelo.
Figura 13.5 a) Ataguía de muro simple protegida con terraplenes b) Ataguía de muro doble.
Figura 13.6 ataquías celulares a) Del tipo de diafragma b) de tipo circular.
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