Los pilotes también se hincan valiéndose de generadores de fuerza que consisten en un peso estático y en un par de pesos excéntricos que giran en sentido contrario (fig. 12.6), dispuestos de manera que las componentes horizontales de la fuerza centrífuga se anulen entre sí, mientras que las componentes verticales son aditivas. La parte vibratoria de la máquina se une positivamente a la cabeza del pilote que se va a hincar, pero el resto de la máquina se aísla del vibrador por medio de muelles, de manera que no participe en los movimientos vibratorios. La fuerza pulsante facilita la penetración del pilote bajo la influencia del peso que actúa constantemente hacia abajo.
Figura 12.6. Croquis de una piloteadora vibratoria.
Las piloteadoras vibratorias difieren entre sí en el tipo de fuerza motriz y en la frecuencia de la fuerza pulsante.
Las piloteadoras de baja frecuencia funcionan ordinariamente a una frecuencia constante en el intervalo de 10 a 30 Hz. Si la frecuencia puede hacerse igual a la frecuencia natural del sistema formado por el pilote, la piloteadora, y el suelo, al aparato se le llama piloteadora resonante. Por lo tanto, la frecuencia de una piloteadora resonante debe ser ajustable. La frecuencia resonante queda a menudo dentro del intervalo de 50 a 150 Hz. Cuando el sistema está en resonancia, el pilote sufre desalojamientos energéticos hacia arriba y hacia abajo, limitados solamente por el amortiguamiento que proporciona el suelo vecino. En estas condiciones, casi todo el peso hacia abajo de la piloteadora y del pilote resultan efectivos para hacer que la punta del pilote penetre en el material inferior. La penetración puede ser muy rápida, a menos que la resistencia a la penetracion de la punta, exceda al peso del conjunto hincador. Debido a que el tirón de la grúa (fig. 12.6) puede superar los pesos del equipo y a que, por supuesto, no existe resistencia de punta, las piloteadoras vibratorias son extractores muy efectivos.
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