En muchos casos, es necesario construir una estructura o un terraplén sobre suelos finos con pequeña resistencia al esfuerzo cortante. La resistencia inicial de los suelos puede ser demasiado baja para que soporte el peso de la estructura sin fallar. Sin embargo, si los suelos débiles pueden drenarse con la suficiente rapidez como para permitir la consolidación casi al mismo tiempo que se aplica la carga, la resistencia del material puede aumentar lo suficiente para permitir una construcción segura.
Pueden construirse drenes verticales con el objeto de acelerar el drenaje en los suelos relativamente impermeables. En los Estados Unidos, estos drenes son comúnmente columnas de arena de 0.6 m de diámetro, dispuestos en cuadros o formando triángulos con separaciones de 3 a 5 m. La superficie del terreno sobre los drenes se cubre con una capa de material permeable, y la estructura o terraplén se construye en la parte superior de esta capa (fig. 9.6). Al aumentar el peso, se expulsa el agua del subsuelo hacia los drenes, de los cuales escapa por la capa permeable a las cunetas. Puede controlarse la rapidez de la consolidación, variando la separación y diámetro de los drenes.
La instalación de los drenes de arena puede alterar mucho la estructura del suelo, ya que puede disminuir su permeabilidad y su resistencia, y aumentar la compresibilidad. La alteración es especialmente grande si los drenes se forman con un mandril que desaloje el suelo. El no considerar o no disminuir estos efectos desfavorables ha dado por resultado malas instalaciones.
Figura 9.6 Instalación de drenes de arena.
0 comentarios:
Publicar un comentario