En los depósitos de materiales granulares permeables, puede obtenerse alguna indicación de la posición del nivel del agua freática por medidas hechas en los sondeos, dentro de las 24 horas posteriores a su terminación. Sin embargo, en suelos finos, la permeabilidad del terreno circunvecino puede ser tan baja, que la verdadera posición del nivel del agua freática deba determinarse instalando piezómetros construidos especialmente que sólo requieren el paso de cantidades diminutas de agua para su correcta operación. Los instrumentos de este tipo mejor conocidos constan de una piedra porosa conectada a un tubo vertical hecho de preferencia de plástico. La piedra porosa, o embocadura del piezómetro, está cuidadosamente colocada en un cojín de arena en el fondo de un sondeo ademado. Luego se rodea de arena y se saca el ademe unos cuantos decímetros, y se forma un tapón estanco entre éste y el tubo por medio de una capa casi impermeable de arcilla bentonítica. Durante y después de la instalación, se satura el piezómetro y la arena que lo rodea. Como la introducción del piezómetro también produce cambios en las presiones de poro dentro de los estratos, existe un retraso antes de que la presión en el agua del piezómetro se equilibre con la del suelo.
El retraso puede variar desde unos cuantos minutos, si el suelo vecino es una arena fina, a varias semanas, si es una arcilla limosa. La fig. 5.13, es un croquis de un piezómetro para medir la presión de poro en suelos finos.
viernes, 11 de marzo de 2011
Observaciones del agua subterránea - Suelos.
Figura 5.13 Piezómetro de Casagrande (según A. Casagrande, 1949)
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